Crítica de Star Trek

El revolucionario J.J. Abrams se encarga de hacer que la nave Entrerprise vuelva a surcar las pantallas de medio mundo, y nadie mejor que él para lograr atraer la atención de los espectadores hacia una saga que salvo a los trekkies, al resto nos daba bastante igual.

Si alguno desconoce quién es el bueno de Abrams, solamente hay que decirle que es el creador de Perdidos, Alias, Fringe y Felicity. Casi nada.

Ya salió airoso en su anterior incursión como director al frente de una saga, Misión Imposible 3, y en esta ocasión vuelve a hacerlo al convertir esta precuela de Star Trek en una película altamente recomendable para todos aquellos amantes del género y espectadores en general.

Rodeado de caras no demasiado conocidas para el gran público, o camufladas bajo espeso maquillaje, Abrams nos muestra los orígenes de los tripulantes de la tan famosa nave espacial.

Chris Pine y Zachary Quinto interpretan a James Tiberius Kirk y Spock, respectivamente. Leonard Nimoy, el Spock original, tiene un papel secundario que seguro hace las delicias de todos los Trekkies. Eric Bana, Zoe Saldana, Simon Pegg y Wynona Ryder son algunos de los rostros que los acompañan en esta aventura intergaláctica.


Con ciertos giros de guión que nos recuerdan a Perdidos, Star Trek logra entretenernos, lo cual ya es mucho, presentándonos secuencias cargadas de acción, algunas con destacados efectos especiales, otras con ciertos toques de humor y otras con leves tintes de amor.

Un buen arranque logra mantenernos enganchados e ir descubriendo la evolución en paralelo de nuestros dos protagonistas, dos personajes bastante diferentes que llegarán a ser íntimos con el tiempo, mientras vamos siendo testigos de las pretensiones del malvado romulano Nero, interpretado por Eric Bana, al que tendrán que enfrentarse por el bien de la U.S.S Entreprise y de las civilizaciones.

En definitiva, una interesante propuesta que cumple las expectativas y que logra atraer nuevas miradas al universo trekkie.